Desde que el hombre es hombre y la mujer esputa palabras de ánimo, el ser humano ha querido volar...
Te aconsejo
Si alguna vez te conviertes en un querubín, te salen alas o simplemente estás bajo los efectos secundarios de un Red-Bull, no pienses en recoger a tu chica y darle una vuelta en tus brazos de noche por la ciudad, ves a la plaza con más palomas que conozcas y cágales sin ninguna compasión.
De nada.
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