Rollan ronda los cincuenta y es barman del típico bar de carretera lleno de moteros tatuados y ebrios, por fin ha decidido dejar el trabajo y dedicarse a lo que de verdad le llena, ser peluquero.
Había pensado varias veces el dejarlo, pero la vergüenza de ir a una academia llena de niñas adolescentes y compartir clase con ellas, era la gran barrera que le frenaba " Un tio de cincuenta tacos y con estas pintas no puede ir allí "
Habiendo descartado el ir a la academia, decide hacer lo que mejor sabe hacer, emborrachar a moteros de su local, para luego amordazarlos y practicar con sus cabezas.
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